En ocasiones me ocurre que, entre viejos cartapacios y papelotes, emergen por su propio pie alucinantes reliquias del pasado... Reconozco que no tengo ningún control sobre "cuándo" o "cómo" se me aparecen estas estampitas de santos, lo único que puedo hacer es compartirlo aquí por si alguien más disfruta con esto.
Según mi costumbre, no voy a dar nombres. Espero que no sea difícil de reconocer, yo cuando lo vi supe al instante de quién se trataba. Bueno, tampoco es que esté clavao, pero es reconocible. Como pista puedo decir que la misma hoja, además de los inevitables barquitos, contiene en su reverso apuntes de GRIEGO. Y no os pongo el Gandalf de la otra carilla porque no viene a cuento, pero me quedó muy chulo.
Comentarios
bueno, los de letras puras éramos estadísticamente irrelevantes, con lo cual nos podían hacer tragar casi cualquier cosa y no pasaba nada. pero sí, por fortuna el concepto de "normalidad" hoy en día es muy amplio...